Correa de distribución ¿cuándo debemos sustituirla?

La correa de distribución tiene como función principal sincronizar el funcionamiento del motor. En el post de esta semana, en Recambios Original vamos a ver por qué es tan importante su correcto funcionamiento y cómo detectar la necesidad de cambiarla.
La rotura de la correa de distribución puede suponer una de las averías más caras de nuestro vehículo, ya que son muchos los elementos que dependen de ella (cigüeñal, árbol de levas, pistones, piñones, válvulas…).
A diferencia de la cadena de distribución, la correa es un elemento con mucho desgaste, de modo que es indispensable seguir las recomendaciones del fabricante y cambiarla cuando estime conveniente.
¿Cuándo debemos sustituir nuestra correa de distribución?
Por regla general, la vida útil de la correa de distribución oscila entre los 50.000 y los 160.000 kilómetros en los coches antiguos y hasta los 200.000km si se trata de vehículos más nuevos. Si hablamos en años, los fabricantes recomiendan sustituir esta pieza cada 5 años, aunque siempre dependerá del tipo de conducción que se realice. El desgaste de la correa es mucho menor si se hacen trayectos en carretera a velocidad constante, que si se trata de trayectos urbanos. Por ejemplo, los taxistas se verán obligados a sustituir la correa de distribución con más frecuencia, debido al desgaste continuo al que someten sus coches a diario. Es importante cambiar el KIT de distribución completo, ya que si hay cualquier deterioro de algún rodamiento la avería es igual que si se rompiera la correa de distribución.
Otros factores que pueden influir en el desgaste de este elemento es el uso de aceites de baja calidad, la conducción a velocidad excesivas y las condiciones climatológicas. Conducir con temperaturas extremas (-10ºC/+30ºC) o en zonas con mucha humedad o polvorientas, puede acortar la vida útil de la correa, por lo que al menor síntoma es conveniente acudir al taller.
¿Cómo podemos saber que la correa de distribución está desgastada?
Hay determinados comportamientos y ruidos del vehículo que pueden ser indicadores del desgaste excesivo de la correa. La expulsión excesiva de humo, vibraciones durante la conducción o ruidos cuando el coche está al ralentí, son algunos síntomas de la necesidad del cambio de correa. Y por supuesto, si a simple vista observamos grietas o falta de tensión, no debemos esperar demasiado para visitar el taller, ya que una sustitución a tiempo de la correa puede evitar costosas reparaciones.
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